Cumplir un sueño y salir a pedalear por tres países

Día uno del viaje

#Ahátaaju es un nuevo desafío que tengo conmigo mismo y tiene como meta recorrer en bicicleta tres países en cuatro meses y completar cerca de 4000 km. La travesía ya empezó y ahora estoy por el sur del país, luego paso a Argentina y por último voy a pedalear gran parte del litoral del Brasil.

Este viaje es un sueño que tengo hace mucho tiempo y para poder cumplirlo pude conseguir trabajos para desarrollar durante el viaje, aun cuando un viaje en bicicleta es muy barato, porque sólo se necesita lo esencial, como alimentación, comunicación y mantenimiento de la bicicleta.

Desde el principio de mi carrera como periodista de investigación escribí generalmente sobre corrupción, narcotráfico y contrabando, es decir, me encargué siempre de darte malas noticias. Ahora también te quiero contar el lado bueno de la vida y del mundo, siempre desde la visión de una persona que se atreve a lanzarse a la aventura con la curiosidad como principal herramienta, pero ojo, también voy a seguir publicando investigaciones periodísticas.

En esta travesía voy a mostrarte puntos turísticos populares y otros potenciales, el medio ambiente de cada lugar, historias de las comunidades y sus pobladores, resaltar rasgos culturales de cada localidad, así como también contar mi experiencia personal.

También estoy viendo la posibilidad de relatar esta travesía y monetizarlo, recursos que me permitirá cubrir gastos, pero el objetivo principal por el momento es disfrutar de este viaje y que pueda servir para inspirar a otras personas y fomentar el uso saludable de la bicicleta

El episodio de este viaje se llama #Ahátaaju (voy a ir a venir) y esta modalidad deportiva se llama cicloturismo, pero no es competitiva, solo consiste en hacer turismo usando la bicicleta como medio de transporte y obviamente seguir trabajando al mismo tiempo.

El obstáculo más grande para empezar el viaje fui yo mismo, me llené de dudas y miedo de viajar solo, sin embargo, pude salir de mi cajita, ese lugar donde tanto nos acostumbramos a vivir mientras nos perdemos este gran hotel de millones de estrellas que se llama mundo.

“La vida tiene que ser intensa, no extensa. Tiene que ser, y en cualquier caso es corta, por tanto, tenemos que hacerla más ancha”. Antonio Gala