Conocer al líder espiritual más longevo del pueblo guaraní en Brasil y tomar un poco de ayahuasca.

Alcindo Wherá Tupã. Foto Gentileza

Viajar solo en bicicleta es una competencia constante con uno mismo y no solo se limita a lo físico y mental, sino también conlleva una gran apertura a otro tipo de opiniones, costumbres y espiritualidades. Saber escuchar, comprender y sobre todo no juzgar a nadie por sus creencias o posiciones ideológicas y políticas son claves para cosechar sabiduría y aprendizaje.

Con esta apertura, además el saber hablar guaraní llamó la atención a mi amigo Claudio y me invitó a conocer una aldea de un pueblo guaraní en Biguaçu, Santa Catarina. Es que en Brasil actualmente viven alrededor de 51.000 indígenas guaraníes (incluso algunos señalan que son más de 80.000), otros indígenas guaraníes viven en Paraguay, Bolivia y Argentina. En este último país también visité a la Comunidad Mbya Guaraní, Kaaguy Poty en la provincia de Misiones.

Conocer a Karaí Alcindo Wherá Tupa.

Así fue que mercamos rumbo a Biguaçu y nos fuimos a la aldea guaraní mby’a, dónde pude conocer y hablar con el líder espiritual guaraní más longevo del Brasil, “karaí Alcindo Wherá Tupa” que tiene 113 años. Alcindo es portador de una sabiduría milenaria conocida como “Fogo Sagrado”.

La aldea está ubicada a 30 km del municipio de Florianópolis. Primero pasamos por el mercado para llevar víveres y un poco de pety (tabaco) para compartir con los miembros de la comunidad. Para llegar a la aldea cruzamos algunas sierras, arroyos, hermosa naturaleza y caminos muy angostos.

Karaí Alcindo nos recibió en su aldea e hicimos un largo ñemongueta (conversación) en guaraní, compartimos un poco de la ayahuasca, una bebida tradicional y de medicina de los pueblos indígenas de la zona, luego participamos de una pequeña demostración de la ceremonia ritual acompañada de canticos alrededor del “Fogo Sagrado”. Alcindo me compartió que su prolongada edad y buena salud se debe al consumo constante de la ayahuasca.

Karaí Alcindo realiza prácticas de sanación con el “Fogo Sagrado”, además del trabajo chamánico. Alcindo recibió este regalo de ñanderu (Dios de los guaraníes) y lo mantiene encendido en su casa desde hace más de 21 años. Me dijo que observando el fuego puede ver lo que sucede en el mundo físico y espiritual, además de tener una visión que le permite ver el interior del cuerpo de las personas enfermas y realizar sanaciones.

Realmente para mí fue una experiencia espiritual única, transcendental e histórica, ya que me dejaron participar en la demostración del sagrado ritual, conectarme con el mensaje do “Fogo Sagrado”, compartir esa espiritualidad única y hablar la lengua guaraní con los miembros de la comunidad del pueblo guaraní de esta zona del litoral.

En la noche se nos vino la lluvia y la ceremonia se hizo también larga por lo que nos quedamos a descansar y dormir en la aldea, luego, al el otro día partimos de nuevo rumbo la sierra catarinense de Urubici.

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En la próxima nota voy a compartir información sobre más lugares en la sierra catarinense.