La movilidad en Asunción y el Área Metropolitana de Asunción (AMA) ha llegado a un punto crítico, que no solo afecta la infraestructura vial, sino que también tiene profundas repercusiones en la salud pública. Los resultados más recientes de la Encuesta de Movilidad del Área Metropolitana de Asunción publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan datos alarmantes que subrayan la urgencia de abordar la crisis de movilidad con un enfoque integral y sostenible.
Un sistema de movilidad insostenible
La encuesta del INE destaca que en el AMA, 69,4% de los hogares poseen algún tipo de vehículo motorizado (auto, motocicleta u otros), lo que revela la alta dependencia de la población en medios de transporte privados. Solo el 15,3% de los viajes diarios se realizan en autobuses, mientras que el 44,7% corresponde al uso de automóviles particulares. Este escenario genera una situación donde las calles de la capital y su área metropolitana están saturadas, especialmente en las horas pico, cuando los vehículos avanzan a velocidades promedio de 5 a 9 km/h.
Los problemas se agravan cuando consideramos que solo el 0,4% de la población utiliza bicicletas como medio de transporte. Esto es indicativo de un contexto urbano en el que la movilidad no motorizada, tanto a pie como en bicicleta, está gravemente subdesarrollada. Además, los proyectos de transporte masivo como el Metrobús y el tren de cercanías fracasaron o se encuentran estancados, dejando a los ciudadanos con pocas opciones de transporte público confiable. Sin una red de transporte público eficiente y con el parque automotor en constante crecimiento, es previsible que la congestión en las calles de Asunción y Gran Asunción continúe empeorando.
Crecimiento desmedido del parque automotor
Entre los años 2011 y 2020, el parque automotor en Paraguay creció exponencialmente, duplicándose en menos de una década. En 2011, había 1 millón de vehículos registrados, pero esta cifra aumentó a más de 2.54 millones en 2020. Las motocicletas fueron el segmento que experimentó el mayor crecimiento, con un incremento del 212%, lo que llevó el número de unidades a 836.546. Este crecimiento no es casual: la reducción de los costos de adquisición, las facilidades de importación de vehículos usados vía Chile, y la falta de alternativas eficientes de transporte público han alimentado la necesidad de adquirir vehículos privados.
Este aumento explosivo ha tenido un impacto directo en la infraestructura vial, que no ha logrado adaptarse al creciente número de vehículos. En áreas como el Departamento Central y Asunción, que concentran la mayor parte de los vehículos registrados, la saturación de las calles es una realidad cotidiana que empeora con cada año que pasa.
El impacto en la salud pública
El colapso de la movilidad tiene serias implicaciones para la salud pública. La contaminación del aire, causada en gran medida por la alta concentración de vehículos, incrementa el riesgo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. En particular, los picos de tráfico coinciden con los horarios laborales y escolares, exponiendo a miles de personas a altos niveles de emisiones nocivas.
Además, los prolongados tiempos de desplazamiento en medio de congestiones permanentes afectan la salud mental de los ciudadanos, generando estrés, ansiedad y afectando la calidad de vida. Según la encuesta del INE, la mayor parte de los viajes diarios se concentra en dos franjas horarias: entre las 5 y las 7 de la mañana y entre las 16 y las 18 horas, momentos en los que las vías están más congestionadas y las personas se enfrentan a condiciones de tráfico adversas.
En mi artículo anterior, La invasión de los autos y su impacto en la calidad de vida, expuse cómo el uso desmedido del automóvil no solo monopoliza el espacio público, sino que afecta gravemente el bienestar físico y emocional de los ciudadanos. Los niveles de ruido, la contaminación y el estrés diario son parte de la vida cotidiana de quienes habitan en Asunción y su área metropolitana.
Empresas automotrices y bancos: ¿soluciones o más problemas?
En este contexto, las empresas automotrices y los bancos ofrecen opciones de financiamiento accesibles para la compra de autos nuevos o usados, presentando estas opciones como “soluciones de movilidad”. Sin embargo, esta estrategia solo fomenta la adquisición de más vehículos, lo que no contribuye a mejorar la movilidad general de la ciudad. En lugar de solucionar el problema, lo profundizan, incentivando la compra de autos en un entorno urbano que ya no tiene la capacidad de soportar tantos vehículos.
Alternativas para mejorar la movilidad y la salud pública
Resolver esta crisis no es sencillo, pero existen alternativas que pueden reducir tanto el impacto en la infraestructura como en la salud de los ciudadanos. Algunas de las soluciones más urgentes incluyen:
Fortalecer el transporte público: La encuesta del INE muestra que 15,3% de los viajes se realizan en bus, lo que indica que el transporte público no es una opción eficiente ni confiable para la mayoría de los habitantes. Mejorar la frecuencia, seguridad y comodidad del sistema de transporte público debe ser una prioridad para atraer más usuarios y reducir la dependencia del automóvil.
Fomento del uso de bicicletas: La baja participación de las bicicletas en el sistema de transporte del AMA es preocupante. Invertir en una red de ciclovías seguras y en políticas que promuevan el uso de bicicletas podría cambiar esta situación. Actualmente, solo el 0,4% de la población usa este medio de transporte, lo que refleja una falta de infraestructura y de incentivos para optar por medios más saludables y sostenibles.
Reestructuración urbana: Las ciudades como Asunción necesitan una reorganización de su espacio público. La peatonalización de ciertas áreas, junto con mejoras en la infraestructura para peatones, podría reducir la necesidad del uso del automóvil para trayectos cortos. Esto fomentaría una movilidad más saludable y reduciría la carga sobre las vías urbanas.
Promover la electromovilidad: Aunque los vehículos eléctricos son una opción más sostenible para reducir las emisiones contaminantes y el consumo de combustibles fósiles, el alto costo de estos autos en Paraguay los hace inaccesibles para la mayoría de la población. A pesar de los beneficios ambientales que pueden traer, la adopción masiva de autos eléctricos está muy lejos de ser una realidad sin políticas de subsidios o incentivos gubernamentales que los hagan más asequibles. Actualmente, el mercado es reducido y con pocas opciones accesibles para el ciudadano promedio. Promover la electromovilidad debe venir acompañado de incentivos fiscales y créditos blandos para que este tipo de vehículos pueda realmente competir con las alternativas tradicionales.
Control de ingreso por número de chapa: Al igual que en otras ciudades de América Latina, se podría implementar una regulación que limite el ingreso de vehículos según el número de chapa en días específicos, reduciendo el tráfico y fomentando el uso de otras alternativas de transporte.
Prohibición de ingreso de camiones de carga en horario diurno: Los camiones de carga contribuyen significativamente a la congestión vial. Prohibir su ingreso durante el día, o limitarlo a horarios nocturnos, podría aliviar el tráfico en las horas más complicadas.
Restricciones para vehículos con un solo ocupante: Promover que los vehículos transporten más de una persona mediante políticas que restrinjan el uso de autos con un solo ocupante puede ser una medida efectiva para reducir el número de vehículos en circulación.
El problema de movilidad en Asunción y el Área Metropolitana no es simplemente una cuestión de infraestructura vial, sino que tiene consecuencias profundas en la salud pública y la calidad de vida de sus habitantes. El crecimiento desmedido del parque automotor y la falta de un transporte público eficiente están colapsando el sistema de movilidad urbana. La adopción de alternativas más sostenibles, como el uso de bicicletas, la mejora del transporte público y la promoción de vehículos eléctricos a precios más accesibles, son pasos esenciales para abordar esta crisis de manera efectiva y, al mismo tiempo, mejorar la salud y el bienestar de la población.
El momento de actuar es ahora, antes de que las consecuencias sean aún más graves y la calidad de vida en la ciudad siga deteriorándose.
Encuesta de Movilidad del Área Metropolitana de Asunción