El Estado paraguayo destina grandes sumas a seguros médicos VIP para sus funcionarios, cubriendo a un pequeño porcentaje de la población. En 2024, se asignaron ₲ 562.163 millones (unos 76,1 millones de dólares) a estos seguros privados, mientras que el Ministerio de Salud cubre al 78% de los paraguayos, quienes no tienen seguro social ni privado. El IPS atiende a un 15% adicional, principalmente trabajadores formales. Solo un 7% de la población accede a la salud privada.
Este contraste es marcado: mientras los funcionarios públicos disfrutan de seguros VIP, la mayoría de los paraguayos depende de un sistema de salud pública con carencias graves, como la falta de insumos y largas listas de espera. Las entidades que más gastan en estos seguros incluyen el BNF con ₲ 22.800 millones, el MAG con ₲ 38.400 millones, y la Corte Suprema de Justicia, que destina más de ₲ 172.669 millones. Otras instituciones como el Ministerio de Justicia y el MOPC también asignan grandes sumas a estos seguros.
La comparación regional y la baja inversión en salud pública
Paraguay destina alrededor del 4% de su PIB a la salud, cifra que sigue estando por debajo del promedio regional. En comparación:
- Brasil invierte el 9% del PIB en su sistema público de salud (SUS).
- Argentina destina el 9,6% del PIB a salud, combinando sistemas público y privado.
- Chile dedica el 9,1% del PIB, con seguros tanto públicos como privados.
- Uruguay invierte 9,2% del PIB, con un sistema de salud muy estructurado.
- Perú destina cerca del 5% del PIB, similar a Paraguay, pero con esfuerzos por ampliar la cobertura.
- Bolivia destina alrededor del 6,9% de su PIB al sector salud.
Un sistema de salud desigual
Mientras los funcionarios públicos gozan de seguros médicos que cubren hasta ₲ 1.000.000 por persona, gran parte de la población debe luchar para recibir atención básica en los hospitales públicos. Los recursos destinados a estos seguros podrían invertirse en el Ministerio de Salud o el IPS, mejorando la infraestructura y atención pública para todos.
La injusticia en la distribución de recursos para la salud refleja una brecha creciente entre los paraguayos que dependen del sistema público y aquellos beneficiados por seguros privados financiados con fondos públicos. La redistribución de estos fondos hacia el sistema de salud pública podría representar un avance significativo en términos de equidad y acceso a la atención médica.
El gasto anual en seguros VIP para funcionarios públicos, que asciende a ₲ 562.163 millones, evidencia una inequidad en el acceso a la atención médica en Paraguay. Mientras una pequeña proporción de la población recibe atención privilegiada, la mayoría debe depender de un sistema público colapsado. Redistribuir estos fondos hacia el Ministerio de Salud o el IPS podría mejorar significativamente la atención y el acceso a la salud de millones de paraguayos.
En 2024, Paraguay destina ₲ 562.163 millones (76,1 millones de dólares) a seguros médicos VIP para funcionarios públicos. Mientras tanto, la mayoría de la población enfrenta dificultades para acceder a un sistema de salud pública con recursos limitados.
El Ministerio de Salud cubre al 78% de los paraguayos que no tienen seguro social ni privado. Además, el IPS atiende al 15% de los trabajadores formales.
Solo el 7% de la población, principalmente de sectores de mayores ingresos, tiene acceso a seguros privados. Esta diferencia resalta la desigualdad en el acceso a la salud.
Instituciones como la Corte Suprema (₲ 172.669 millones), el MAG (₲ 38.400 millones) y el BNF (₲ 22.800 millones) figuran entre las que más gastan en seguros médicos VIP.
Paraguay invierte solo el 4% de su PIB en salud, muy por debajo de países como Brasil, Argentina y Uruguay, que destinan entre 9% y 9,6% de sus PIB.
Mientras algunos funcionarios reciben hasta ₲ 1.000.000 en cobertura privada, los hospitales públicos sufren de falta de insumos y personal, dejando en desventaja a la mayoría.
Redistribuir los recursos destinados a seguros VIP al Ministerio de Salud o al IPS podría mejorar significativamente la atención médica pública para millones de paraguayos.
Esta situación refleja una creciente brecha en la calidad del acceso a la salud entre los beneficiarios de seguros privados financiados con fondos públicos y quienes dependen del sistema público.
El gasto en seguros VIP evidencia una inequidad en la distribución de los recursos de salud. Invertir estos fondos en el sistema público beneficiaría a una mayor proporción de la población.
Promover un acceso más equitativo a la salud redistribuyendo estos fondos fortalecería el sistema público y ofrecería mejores servicios a millones de paraguayos.