Brasil es un país gigantesco y cada región es particular. Se divide en 5 regiones con características totalmente distintas en cuanto a la gastronomía, música y variaciones lingüísticas. En la costa norte del Estado de Santa Catarina se ubican hermosas playas como las que se encuentran en Gobernador Celso Ramos, Bombinhas, Porto Belo, Itapema, Camboriú, Praia Brava, Itajaí, Navegantes, Praia do Quilombo, Penha, Piçarras, Pedra Branca, Barra do Sul y termina en las playas São Francisco de este estado del Sur de Brasil.
En casi todas estas playas que se encuentran cerca de la ruta BR 101 me detuve con la bicicleta a tirarme por un rato en el mar, disfrutar del sol, la arena y contemplar las mejores atardeceres. Estos lugares son realmente paradisíacos, tiene todo; dunas, laguna, mar y mucha arena, ideal para ver la naturaleza, practicar deportes acuáticos o sencillamente para tirarse al agua.
Cuidado con la sal y el precio
No todo era color de rosas, mi bicicleta Luna por ejemplo se volvió enemiga de la sal de la playa, ya que es bastante corrosiva para la bicicleta y en especial para la cadena y los piñones, por eso necesitaba tener especial cuidado, asegurarme de limpiar y enjuagar todo el tiempo para evitar daños.
Además, los precios de la comida y encontrar un lugar para dormir se volvía muy complicado en toda la costa. Estos lugares están dirigidos especialmente a turistas con dinero y para un cicloviajero como yo, que buscaba otro tipo de experiencias en el viaje era bastante difícil por los altos precios de esta zona. Así que modifiqué mi ruta y decidí salir de las playas y conocer otras ciudades como Joinville y Curitiba.
Joinville
Mi última playa de Santa Catarina fue Barra Velha y luego empecé a subir la BR 101 rumbo a Joinville. Esta ciudad se encuentra en la región metropolitana del norte-nordeste Catarinense de Brasil y es el municipio más poblado del Estado, por delante incluso de la capital Florianópolis.
Los primeros pobladores de esta zona fueron los tupis-guaraníes y luego de la colonización europea fue ocupada por inmigrantes alemanes, suizos y noruegos. Lo primero que hice al llegar a la ciudad fue pasar por una bicicletería para una limpieza básica y engrase, luego salí a recorrer el microcentro de la ciudad, y conocer la famosa Rua das Palmeiras y otros atractivos.
Rumbo a Curitiba
Abandoné Joinville y me ubiqué sobre la ruta BR 101 bien en el límite del estado de Santa Catarina y Paraná como para subir muchos morros con altitudes elevadas, disfrutar de las mejores vistas del Bosque Atlántico hasta llegar a la capital de Paraná: Curitiba.
Próxima Nota
Llegar a la meta luego de pedalear 3800 kilómetros desde Asunción hasta Río de Janeiro
